Invocación: (Se sugiere utilizar un aroma agradable: una esencia, aceite, hornillo durante la celebración)

Invocamos Tu Nombre, Padre/Madre nuestra. Para en tu divina presencia y en sorora comunidad, hacer memoria, traer a la mente y al corazón, a las mujeres que ya no están. Mujeres cuyas vidas fueron arrebatadas por la violencia patriarcal. Mujeres que sufren día a día por abusos, muchos en el seno de comunidades religiosas.

Recordamos a…

-Cada una trae al circulo un nombre de pila (mejor si son escritos) de una víctima de feminicidio o abuso que conozca o le haya impactado más cerca. Lo decimos en voz alta (y dejamos en la vasija el papel).-

Estamos seguras que ni una sola  de nuestras lágrimas como mujeres se te pasa desapercibida y lloramos por ellas, por sus sueños truncados, sus familias rotas, nuestras comunidades asoladas por tanta violencia y abuso.

Somos mujeres de fe, hijas de tu Sabiduría. Nos nutrimos de ser hermanas, unidas en luchas, tristezas y alegrías.

Te convocamos para que en este círculo sagrado de comunión, seas presencia viva, aliento, abrazo y consuelo. Te necesitamos. Necesitamos tu fuerza y desafío para la justicia y la verdad.

Amén

Autora: Claudia Florentín Mayer, Teóloga, activista y comunicadora feminista

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