Por María de los Ángeles Roberto
Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados. (Libro de la Palabra de Dios, Lucas 21; 28)
En el primer domingo de Adviento del 2018 se leyó el mismo texto tomado del evangelio de Lucas, capítulo 21, versículos 25-28 y 34 a 36 en todas las iglesias cristianas del mundo. A ese pasaje bíblico, junto con los de Marcos 13 y Mateo 24, se los conoce como el “pequeño Apocalipsis” porque pintan escenas relacionadas con la llegada de los últimos tiempos, se describen señales de desajuste en el sol, la luna y las estrellas, se anuncian terremotos y maremotos. Se anticipa que los hombres “desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo.” Son citas características de este tiempo de Adviento, de preparación para la Navidad. El Adviento es un tiempo litúrgico de esperanza y alegría en el que, desde los templos, se anuncia que Jesús volverá pronto. En esa descripción de los días malos previos a su segunda venida Jesús le quita importancia a los signos adversos con una expresión de coraje: “Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”.
Las mujeres vivimos un apocalipsis todos los días. En América Latina hay femicidios a diario que sacuden a las familias de las víctimas. Para esas familias, el fin del mundo conocido llega cuando matan a sus hijas. En Argentina, el 19 de octubre de 2016 las mujeres realizamos un Paro Nacional de Mujeres y marchamos juntas por el femicidio y violación de Lucía Pérez, adolescente de 16 años violada por más de un varón y empalada. Murió de dolor. Dos años más tarde, la justicia patriarcal y machista asesinó por segunda vez a Lucía al absolver a sus femicidas, al juzgar a la víctima y no a los imputados. En este Adviento de 2018 las mujeres argentinas marcharemos otra vez en cada plaza de nuestro país para exigir la destitución inmediata y juicio político de Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale, los tres jueces que absolvieron a los femicidas.
Nuestro Apocalipsis cotidiano es vivir en constante amenaza, con un Estado que nos abandona y nos entrega a nuestros asesinos y violadores. A pesar del escenario de desastre que se describe en el Pequeño Apocalipsis del evangelio de Lucas, Jesús dio un mensaje que parece especialmente dirigido a las mujeres de hoy en América Latina y el Caribe: “tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”. Mujeres, en este Adviento, en esta marcha del 5 de diciembre en Argentina en la que pedimos por justicia por Lucía Pérez, tengamos ánimo, levantemos la cabeza, porque ya está por llegar la liberación del patriarcado.
María de los Ángeles Roberto. Profesora en Letras, Magister en Sagradas Escrituras y teóloga feminista. Es miembro de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) y parte del equipo coordinador de la Red TEPALI.
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?