…Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” Evangelio según Juan 10:10
Nosotras y nosotros, cristianas y cristianos de distintas confesiones: católicos/as, protestantes y evangélicos/as, seguidores/as de Jesús de Nazaret, nos manifestamos públicamente a favor de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se está discutiendo en el Senado de la Nación y que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados/as.
Este proyecto es una cuestión de Salud Pública en la cual el Estado es responsable y debe intervenir garantizando los derechos de las personas gestantes a decidir sobre sus propios cuerpos en condiciones dignas. Eso es defender la vida.
Dios es un Dios de gracia y muchas veces queremos colocarnos en su lugar y juzgamos pero Dios en Su misericordia y amor apuesta a la vida sin hipocresía por eso entendemos que no existen razones bíblicas, teológicas o pastorales para penalizar a las personas que pasan por la experiencia de un aborto. Ni tampoco para condenarlas a cursar un embarazo no deseado.
Como personas de fe promovemos el Estado Laico y nos negamos a que creencias personales o grupales sean erigidas como leyes que sometan a las personas con derechos vulnerados. No queremos más muertes por abortos clandestinos, tampoco la inequidad que la mera despenalización implicaría para un gran número de personas sin recursos para acceder a prácticas seguras. Desde nuestra fe exigimos la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Aborto legal, seguro y gratuito.
Ilustración de Romina Ferrer.
Es tan importante el derecho a decidir en libertad y además garantizar una atención segura y como personas cristianas también prepararnos para el acompañamiento